Desde hace unos meses el pasado ha vuelto Y a diferencia de "esas otras veces", esta vez me ha colmado de gozo.
Hombres y mujeres de hoy, que fueron mis compañeros de colegio ayer nomas, nos hemos puesto en contacto, hemos rotos viejos silencios.
Seguro les pasó. Es un volver a vivir, un replay de aventuras, secretos, complicidades, amores platónicos y desengaños.
Todo vuelve con la misma candidez y a la vez con el mismo desparpajo. A pesar de conocernos nos tomamos el tiempo para reconocernos; para hurgarnos buscando lo que queda intacto.Buscando aquello que nos unía.
Charlas por Facebook primero y llamados telefónicos después, dieron la señal que vendrían días con aromas a nostalgia.
Primero apareció Pepe, quien se convirtió en el hilo conductor de los reencuentros.
Como si fuera el cerrajero del arcón de los recuerdos, fue acercándome los afectos perdidos.
Fue quien me puso en contacto con Marta una de las personas mas queridas mas recordadas y añoradas.
Fue quien me puso en contacto con Marta una de las personas mas queridas mas recordadas y añoradas.
Me regalaron sus voces en mi cumpleaños sin saber que lo harían diferente, especial.
Me sentí querida. Y supe cuanto los había extrañado.
Luego me acercó a Fernando, el artista del grupo. El bohemio que le da formas a su sueños.Seguramente en poco tiempo compartiremos un vino mientras desgajamos las horas recordando.
Las promesas de vernos, de reencontrarnos se empiezan a concretar.
El encuentro mas esperado era el que nos prometimos con Marta. Compañeras de curso, de banco, de salidas, de diversión y de penas.
Un día por esos misterios de la vida nos perdimos en el tiempo y en el espacio. Pasaron muchos años sin saber una de la otra.Y aunque nos hemos cruzado en distintos caminos, siempre fueron a destiempo.
Y una tarde de noviembre nos fundimos en un abrazo tan fuerte como esperado. Como curando el rastro de tanta ausencia. De tanto tiempo de olvido.
Y hablamos, y reímos, y recordamos y reímos y nos fuimos reconociendo y reímos.
Y al fin, nos reencontramos y salvo algunas arrugas, sentí que todo y nada había cambiado.
Después de todo solo pasaron treinta y ocho años.
Después de todo solo pasaron treinta y ocho años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario