viernes, 21 de octubre de 2011

Será otro día diferente

Se dice que la mejor herencia que le dejamos a nuestros hijos es la educación pero también son los buenos ejemplos.
Cuando yo era chica, recuerdo que los docentes eran afectados a los censos y a las elecciones sin remuneración alguna. Se consideraba a esas tareas como "carga pública"
En esa época  ¿había mas voluntad de servicio? Posiblemente.
Participar era un honor y aunque en algunos casos era sacrificado, se cumplía con mucha responsabilidad.
Para mi madre era un sacrificio pero jamás se excusó de cumplir con su obligación cívica.

Cuando pasaron las PASO  (Primarias abiertas simultaneas obligatorias) a muchos argentinos nos quedó el sabor amargo del fraude. Por dias, cientos de anécdotas, al respecto, se fueron contando en las redes y en los medios. Mas de una vez el tema se discutió  en casa como se debe haber discutido en muchos  hogares.

Un día en el fragor de la discusión mi hijo me enfrenta y me pregunta "¿Cómo se evita esto?" y le contesto Comprometiéndose con sus ideales. Participando en la vida política del país. 
Me salieron los genes  y surgió el "ejemplo".
Esa fue la consigna pero también fue un reto personal.
Mis hijos se inscribieron como fiscales voluntarios No fue fácil. Los partidos están un tanto recelosos y desconfiados. Pero la falta de voluntariado político hizo que finalmente los llamaran.
Debido a que mi salud no me permite un traqueteo excesivo fui al tribunal electoral y me inscribí voluntariamente como autoridad de mesa. Hice el curso. Leí la Ley electoral y sus decretos modificatorios. En fin, ejercité "la neurona"
Hoy me llegó la notificación en la que me designa Presidente de mesa. (Cómo serán los otros!).

En casa hay un ambiente distinto. Nos sentimos raros pero mas contentos que Anibal en un baúl de dos plazas.

 Estamos haciendo algo para que algo cambie. Nos estamos comprometiendo, no es poca cosa.


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